miércoles, 4 de julio de 2012

EL SILENCIO Y LA SEMICORCHEA


Un día una Corchea en sus múltiples saltos y alegre virtuosismo le pregunto a un Silencio, - ¿por que tan callado Silencio? Este en su mas simple, débil y apagada expresión le dice – porque una vez fui una Blanca, rebosante de un cannon creativo, atrayente de polifonías inimaginables, fuertes y decisivos staccatos con un ritmo andante y allegro, pero cometí un error,  me enamore y desafine de una semicorchea, al principio revoloteaba alrededor de mis sonidos creando presuntuosas melodías generando celos entre los otros movimientos que exigían los rápidos sonidos de la semicorchea, pero llego un momento que con sus vacilantes y rápidos cambios de posición, me fue agotando, le regalaba parte de mi tiempo para que lo tomara con calma, así de esta manera hacer de sus sonidos algo mas estable tal como me lo hacia sonar a veces, me dividía en tiempo, primero a una Negra después a una Corchea, incluso me puse a su semejanza convirtiéndome en una Semicorchea para ir a su velocidad y entender sus incompresibles cambios melódicos, pero ella nunca supo valorar lo que tomaba de mi apagando poco a poco mi sonido, convirtiendo mis firmes melodías en una triste y llana teoría, hasta que un día salto tan rápido de línea en línea manipulada o quizás atraída por los cambios tonales de otra clave abandonando este pentagrama y de esta manera finalizando mis solos y sonidos, para siempre, convirtiéndome en lo que soy hoy, un triste y melancólico silencio para ella.

Orimar Selasirg